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RETRATO DE UN ARTISTA

 EN PANDEMIA

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* Escoja la historia que quiera escuchar dándole clic a la imagen del artista. 

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"¡CARAJO, MIS HIJOS TAMBIÉN NECESITAN COMER!"

CIRCO

*Créditos: Martin González

Sin duda alguna, desde aquel 31 de diciembre de 2019 en el que se confirmó el primer caso de covid-19 en el mundo, las realidades en las áreas de trabajo cambiaron en su totalidad. Con la economía afectada, trabajadores de cualquier rama o ámbito decidieron asumir el camino de la reinvención; con las puertas cerradas y todos confinados, la única salida fue la tecnológica. 

El sector creativo y cultural del Ecuador también se hizo a la idea de encarar este nuevo reto. La mirada más óptima para algunos fue la de acercarse forzosamente al nuevo y disruptivo mundo digital.  Disruptivo porque para estudiosos de los avances digitales, la tecnología que genera cambios trascendentes e intensos en cualquier proceso social se reconoce como un fenómeno disruptivo. 

ARTE
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"ESTE OFICIO ES BASTANTE INGRATO"

CANTANTE

*Créditos: Multimedia Wix

1978 fue un año representativo para Ecuador y aún más para su ciudad principal, Quito. La belleza arquitectónica y cultural del Centro Histórico hicieron que se llevara la primera corona para América Latina al ser declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad. La UNESCO así decidió galardonarla pues “Quito es un conjunto armonioso donde las acciones de la humanidad y naturaleza convergen para crear algo único y trascendente”. 

Evidentemente, sus 70 hectáreas de maravillas históricas y artísticas han llamado la atención de miles de turistas ya que, anterior a la pandemia, alrededor de 592 mil personas la visitaban cada semana. Sus iglesias, su arte colonial, sus muros enriquecidos de su folclor, de sus colores y tradiciones hacen que sea el lugar más simbólico para recorrer el pasado. 

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*Créditos: Nicole Espinosa Ch.

VENEZOLANA
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EL TRUEQUE, AÚN PRESENTE EN PANDEMIA

En todo este transcurso, los casi dos años de pandemia han dejado a la mira diferentes realidades. Realidades en la que los intentos para subsistir han sido muchos y en varios casos han trastocado el agujero de la desesperación, según varios entrevistados. 

En una de estas realidades, el intercambio de comida por cualquier servicio artístico surge como una de las opciones dentro del trabajo cultural para lograr vivir, literalmente.  Así, pues frente este percibir de los trabajadores culturales de recibir una escaza respuesta por parte del Estado durante la pandemia, varias entidades culturales empezaron a gestionar su propia ayuda mediante el modelo de comercio denominado como trueque.  

Por ejemplo, a mediados del 2020, junto con la Federación Nacional de Artistas Autónomos del Arte y la Cultura se creó una alianza con el Movimiento Nacional Campesino (FECAOL), entre otras organizaciones, como la Federación Nacional de Educadores Populares y  la Asociación de Trabajadores y Trabajadoras del Transporte.  La ayuda entre estas organizaciones,  se construyó bajo la modalidad del trueque, es decir, del intercambio de cualquiera de sus servicios. En este caso, el Movimiento Campesino intercambiaba alimento y estas asociaciones culturales, lo cambiaban por sus trabajos artísticos. 

Ancla 2

***

Estos cuatro rostros –algunos lánguidamente decepcionados, enojados, otros deshechos y frustrados– han permitido que el país entero se acerque a su realidad, se inmiscuya, si quiera por un instante, en la misma posición de angustia y dolor, al reconocer que Ecuador es el país, su país, que ha olvidado amparar su cultura. 

El histórico problema de inestabilidad política –de un ente rector ingrato, con gestiones ineficientes, mandatos cortos sin estudios previos y con tintes populistas; la notable falta de un sistema normativo, -que garantice el pleno ejercicio de los derechos-; una condición económica precarizada –que empuja al trabajador al pluriempleo para sobrevivir-; el maltrato físico de agentes públicos -que atenta contra la seguridad y el trabajo del artista-; y una ciudadanía que no aprecia y comprende la naturaleza económica y la importancia de la cultura, terminan siendo factores que exclusivamente dan paso a una brecha social cuyo futuro deja de ser alentador.

Agradecimientos

A todos los y las artistas, gestores culturales, académicos y expertos que colaboraron con sus conocimientos y experiencias en este reportaje.

A todos y todas ustedes,

muchísimas gracias.

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